Muchos de los lectores de este blog saben que nos interesa la (buena) gestión, que hablamos de liderazgo y de actitud y que, por eso, solemos ser muy críticos con situaciones poco comprensibles.
Por eso acudimos a eventos sobre esos temas (como las III Jornadas de Liderazgo Emocional celebradas en la EASP y que tan bien describe esta entrada del amigo Antonio J. Valenzuela).
Por eso tratamos de formarnos sobre el tema e incluso hacemos grupos para debatir.
Además intentamos estar al día y leemos blogs sanitarios que hablan de gestión y liderazgo que recomendamos abiertamente, en un acto de bondad 2.0, a todos los que nos comentan o consultan. Obviamente son imprescindibles en esta lista SobreviviRRHHé!, Salud con Cosas, La Enfermería ante el Espejo o Regimen Sanitatis 2.0.
Pero como no podía ser de otro modo, no somos profetas en nuestra tierra.
Y es que ayer tuvimos una reunión de todo el personal de la UGC de La Jungla convocada por el nuevo gerente del AGSCG como respuesta a un texto presentado por todos los enfermeros, hartos de desorganización y descontrol (...otro día hablaremos de pacientes secuestrados).
En esta reunión el "boss", el que en un acto de infinita democracia y meritocracia fue elegido de entre sus iguales, los médicos, para dirigir a toda una UGC donde hay tres veces más personal de enfermería para guiar nuestros designios en estos "recortados" momentos, nos "tranquilizó" a todos.
Después de un, es de suponer, sesudo análisis de la situación, se dirigió a todos como habiendo encontrado la panacea a nuestros problemas. La solución a todos nuestros males organizativos, lejos de asumir su responsabilidad y conminarnos a reorganizarnos mejor, era la elaboración de protocolos donde quedara claro cuántas veces hay que tomar las constantes y las temperaturas....
Pero como no se le pueden pedir peras al olmo, esto no nos escandaliza. Uno de los grandes problemas del trabajo en equipo es que, la mayoría de las veces, más por falta de respeto que de conocimiento, no hay equipo, como muy bien puntualizó una vieja enfermera ahora tuitera.
Lo realmente malo y que nos hierve la sangre, por algo somos y ejercemos de Talibanes Enfermeros, es que mientras el director de la unidad decía estas sabias, meditadas y tranquilizadoras palabras, la subdirectora de Enfermería del hospital, lejos de encenderse y aprovechar para defender el orgullo patrio, ejercía con total normalidad de secretaria personal del gerente, recogiendo sumisa y protocolizadamente notas sobre las intervenciones.
Y ya no digo más... y lo digo tó!
Sólo terminar recomendando un nuevo blog del polifacético Joan Carles March que, gracias a estas situaciones, viene para quedarse: NO ME GUSTA MI JEFE/A.
Por eso acudimos a eventos sobre esos temas (como las III Jornadas de Liderazgo Emocional celebradas en la EASP y que tan bien describe esta entrada del amigo Antonio J. Valenzuela).
Por eso tratamos de formarnos sobre el tema e incluso hacemos grupos para debatir.
Además intentamos estar al día y leemos blogs sanitarios que hablan de gestión y liderazgo que recomendamos abiertamente, en un acto de bondad 2.0, a todos los que nos comentan o consultan. Obviamente son imprescindibles en esta lista SobreviviRRHHé!, Salud con Cosas, La Enfermería ante el Espejo o Regimen Sanitatis 2.0.
Pero como no podía ser de otro modo, no somos profetas en nuestra tierra.
Y es que ayer tuvimos una reunión de todo el personal de la UGC de La Jungla convocada por el nuevo gerente del AGSCG como respuesta a un texto presentado por todos los enfermeros, hartos de desorganización y descontrol (...otro día hablaremos de pacientes secuestrados).
En esta reunión el "boss", el que en un acto de infinita democracia y meritocracia fue elegido de entre sus iguales, los médicos, para dirigir a toda una UGC donde hay tres veces más personal de enfermería para guiar nuestros designios en estos "recortados" momentos, nos "tranquilizó" a todos.
Después de un, es de suponer, sesudo análisis de la situación, se dirigió a todos como habiendo encontrado la panacea a nuestros problemas. La solución a todos nuestros males organizativos, lejos de asumir su responsabilidad y conminarnos a reorganizarnos mejor, era la elaboración de protocolos donde quedara claro cuántas veces hay que tomar las constantes y las temperaturas....
Pero como no se le pueden pedir peras al olmo, esto no nos escandaliza. Uno de los grandes problemas del trabajo en equipo es que, la mayoría de las veces, más por falta de respeto que de conocimiento, no hay equipo, como muy bien puntualizó una vieja enfermera ahora tuitera.
Lo realmente malo y que nos hierve la sangre, por algo somos y ejercemos de Talibanes Enfermeros, es que mientras el director de la unidad decía estas sabias, meditadas y tranquilizadoras palabras, la subdirectora de Enfermería del hospital, lejos de encenderse y aprovechar para defender el orgullo patrio, ejercía con total normalidad de secretaria personal del gerente, recogiendo sumisa y protocolizadamente notas sobre las intervenciones.
Y ya no digo más... y lo digo tó!
Sólo terminar recomendando un nuevo blog del polifacético Joan Carles March que, gracias a estas situaciones, viene para quedarse: NO ME GUSTA MI JEFE/A.
¡¡¡Ayyy que familiar es la situación!!!
ResponderEliminarYo hago la distinción, hay quien trabaja "en" una unidad y quien trabaja "con" una unidad.
Los que trabajan "en" una unidad van a cumplir "su" trabajo sin intercambio de ideas, expectativas ni necesidades.
Los que trabajan "con" una unidad se plantean las necesidades de su unidad, las necesidades de sus compañeros, de los pacientes, incluso las de otras unidades con la que intercambia procesos.
Y eso es un cambio de actitud que hay quien no posee y que debe aprender.
Pero mi pregunta es, ¿quien decide nombrar a esos jefes de unidad carentes de esa actitud? porque si tiramos para arriba buscando la responsabilidad de estos nombramientos podemos llegar muy arriba.
Un saludo
Solo eres un enfermero!!
ResponderEliminarSé que teneis mucha fé, pero no sólo de pan se añlimenta el hombre. Cuando se hace una casa de papel, el viento se la llevará y eso es lo que está ocurriendo en el SAS. Muxa palabreria y muxos aplausos para los profeisoneles pero a la hora de la verdad al elegir a sus "lideres" sólo hay que remitirse al borrador del baremos del decreto del "Cesar" tocando su arpa y viendo como se quema "Roma". Es imposible que esto funcionme mientras los basemos en mentiras y veamos al "Rey desnudo y nadie le diga que está desnudo. En fin que mientras no se valuen otras competencias para elegir a un lider que sea capaz de generar un equipo d eprofesionale scomprometidos esto va de "puto culo"
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