miércoles, 6 de noviembre de 2019

Malamente #NursingNow




Esta entrada lleva en borrador unas cuantas semanas pero me resistía a publicarla. Es más, iba a ser mi propuesta para volver a participar un año más tarde en el número del Fanzine de NuestraEnfermería que acaba de publicarse. Pero algo dentro de mí me pedía darle una ultima oportunidad al movimiento que se inició hace unos meses en España pero que hoy siento ya como amortizado.

Cuando conocí la iniciativa Nursing Now hace más de un año, me pareció que era lo que la enfermería española necesitaba. El amigo Serafín explicó muy bien en que consistía la campaña en este post de su blog.

Todo lo relacionado con el famoso informe del Triple Impacto del Grupo Parlamentario de Salud Global que ha sido traducido recientemente por la gente de Investen-ISCIII (puedes descargarlo aquí) y los principios y objetivos de #NursingNow encajaban a la perfección con lo que, desde mi punto de vista, necesita la enfermería de este país. 

A mi me gustó tanto que incluso me atreví a escribir una propuesta, que envié a un grupo de enfermeras que me parecen referentes (como Ana Suárez, Fernando Campaña, Mª Paz Mompart, Zulema Ganzedo y unas cuantas mas), para que #NursingNow pudiera servir de palanca de cambio. Para que, aprovechando esa iniciativa, se pudiera crear el germen de un nuevo ente al estilo de la RNAO que nos representara más allá de la vetusta, oligárquica y, en muchos casos, anacrónica, estructura colegial.

Incluso hablé de ello con Adelaida Zabalegui cuando coincidimos en las jornadas de Enfermería y Liderazgo que se celebraron en marzo en Asturias. Ella fue la primera que me informó que, inexorablemente, #NursingNow debía ir asociada a la estructura colegial porque así estaba diseñada la campaña. De poco sirvió decir que la realidad representativa de nuestros vecinos anglosajones nada tiene que ver con la nuestra y que el Royal College of Nursing se parece al Consejo General de Enfermería lo que un churro a una castaña.

Comenzaron pronto a aparecer grupos provinciales y regionales de #NursingNow, algunos con mas que buena pinta y con muy buena presencia en redes y buenos referentes. Aún había esperanzas.

Pero cuando en mayo vi que el Consejo ya se había adueñado de la campaña, tuve claro que #NursingNow nunca sería lo que yo vislumbré.

Y así, poco a poco, todo mi optimismo y euforia se fue diluyendo como un azucarillo. Foto a foto, declaración a declaración, adhesión a adhesión, lo que inicialmente me parecía que tenia una potencia transformadora enorme se fue descafeinado hasta convertirse en una tisana.

Aún así albergaba esperanzas de que #NursingNow, sobre todo a través del reto Nightingale Challenge, aún sirviera para algo aunque fuera a medio-largo plazo.

Pero, cosas de la vida, el mismo día que Rosa Mª Alberdi, toda una referente para la enfermería española, daba un seminario de competencia política a alumnos de la Facultad de Enfermería de  la Universidad de Barcelona, se presentaba en Sevilla #NursingNowAndalucia.


La diferencia de ambas imágenes es abismal. Independientemente del hecho, nada baladí, de que no hubiera ninguna mujer entre las ponentes del evento - obviamente sin desmerecer a Jose Miguel Morales y Daniel Soto Prieto, que son enfermeras de reputada trayectoria y reconocido prestigio, la imagen de dos sexagenarios enarbolando la bandera de la renovación que supone #NursingNow es, como poco, deprimente. Una imagen trasnochada y, a la vez, alejadisima de la enfermería andaluza real, muy comprometida, con una altísima preparación cientificotécnica y, hasta hace no demasiado, modelo para las enfermeras del resto del país.


Y al final, uno no puede más que pensar en lo que pudo ser y finalmente no fue.  Como Dumbledore le dijo una vez a Harry Potter en una de las películasvendrán tiempos oscuros en los que habrá que elegir entre lo correcto y lo fácil. 

Las enfermeras hemos elegido lo fácil. Hemos elegido malamente.

Así que habrá que esperar a otra ocasión.




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