Existen diferentes y variados usos para un blog. Como ya hemos dicho muchas veces, nosotros no lo utilizamos con fines didácticos sino más bien como vía de escape a las desazones generadas en el diario de dos enfermeros asistenciales.
Uno de los principales productores de este desasosiego es el plus de responsabilidad que autogeneramos cuando pensamos que cada vez que vamos a algún congreso o evento científico adonde nos invitan, lo hacemos, aunque haya quien no quiera verlo así, en representación de nuestro hospital y de nuestra empresa. Más aún, aumenta nuestro desasosiego, cuando pensamos que aquello que defendemos, vendemos o incluso representamos se aleja muchísimo de la realidad con la que nos encontramos al volver a nuestro centro de trabajo.
Esta tristemente frecuente situación dicotómica, que ha generado más de un post, tuvo su punto culminante hace un par de días.
¿Qué pensaríais de un restaurante, de un hotel de 4 estrellas o de una clínica dental si tuvieran una plaga de hormigas?
Pues nuestra planta de hospitalización, que es más o menos las 3 cosas en una, la tiene.
No desde hace dos o tres días (que podría ser excusable) sino desde hace meses. Incluso el blog del Preticante le dedicó un post en septiembre.
No es sólo una habitación, sino en casi la mitad de ellas incluida la que usamos de Aislamiento (que ahora mismo es, agarrense al asiento, un Aislamiento Protector). Y si ha llegado hasta nuestra planta, que está en el tercer piso, han pasado y posiblemente anden también por la segunda (que es la Maternidad y Neonatología) y antes incluso por la primera (que es donde están los pacientes quirúrgicos).
Con este post no pretendemos crear alarma social. Es muy posible que las hormigas no sean vector de ninguna enfermedad importante (al menos que nosotros sepamos), pero, al mismo tiempo, es indudable que la imagen de insalubridad que transmiten no es propia de un centro hospitalario.
Con este post no queremos señalar responsables (ya se retratan solos). Lo que queremos es que en algún momento no se cumpla aquella inefable teoría de Julio Mayol, aquella que establece que los problemas no se solucionan sino que chorrean hasta más abajo.
Sin ir más lejos, lo más que nos dijeron es que lo dejarían anotado para el lunes, cuando notificamos la incidencia, el sábado, al responsable de turno.
Tampoco queremos decir lo que hay que hacer aunque no podemos dejar de pensar que si se puede cerrar media planta de hospitalización para cuadrar el maltrecho Capítulo I o se pueden generar ectópicos para aliviar presiones asistenciales, lo mismo se puede hacer algo parecido para fumigar, o como mínimo como medida de elegancia para con los pacientes afectados.
Con este post lo que SI queremos es NO perder los pocos argumentos que nos quedan para defender la Sanidad Pública.
Hace pocos días, después de nuestra conferencia en las I Jornadas de Nurstic, algunos supervisores nos "pasearon" amablemente hasta uno de los controles de enfermería (son 3) de la Medicina Interna del Hospital de Vinalopó, hospital de colaboración público-privada que atiende a la mitad de la población ilicitana.
Bastó un momento de silencio, orden, limpieza y cuidada imagen de marca para que directamente se nos calleran dos lagrimones de ENVIDIA. Envidia de ver un hospital nuevo, muy bien dotado, impecablemente cuidado y en el que cada detalle es importante.
En contraposición, situaciones como la que hemos descrito lo que hacen es que se nos caigan dos lagrimones, pero de VERGÜENZA y de RABIA. Vergüenza de no tener palabras lo suficientemente convincentes como para excusar a la institución y Rabia de ver como le hacen un flaco favor a la defensa de lo público y como, sobre todo, nos dejan sin argumentarios a aquellos que estamos convencidos que desde lo público las cosas se pueden hacer tan bien o mejor que en la gestión privada. Rabia de pensar que, a lo mejor, estamos equivocados.
¿Con que cara le hablamos de innovación a la gente mientras hay hormigas por los pasillos?
En fín que como sigamos descuidando tanto nuestra imagen, más que un hospital, dentro de nada pareceremos una granja, como la de la famosa canción de "Il Pucino Pío"....seguro que ya la conocéis!!