jueves, 19 de mayo de 2016

Permítame que insista


Cada vez hay más gente hablando de la necesidad de replantearse las cosas. El modelo tradicional hospitalocentrsita no es la salvación a los males presentes y futuros de los sistemas sanitarios.


Por eso, ante la inminencia del traslado a un nuevo hospital, hace algo más de 2 meses hablamos en Tempus Fugit de la necesidad de tener las cosas claras a la hora de plantearse un cambio cultural tan grande como el que supondría romper con la organización tradicional de un hospital para reorganizarlo por nuevos criterios "más" enfermeros.

Sin embargo, tenemos la sensación de que seguimos en el mismo punto (si no peor).

Como tan bien explica el maestro Manyez en la entrada de ayer en Salud con Cosas, lo importante en cualquier organización, y mucho más cuando se trata de implementar una cambio organizacional, es tener claras las prioridades y, sobre todo, alinear éstas con las prioridades de los profesionales de base.

Cualquier situación en la que esto no se produzca hará que los profesionales y los gestores terminen por los pasillos como pollos sin cabeza y, lo que es peor, perdiendo la oportunidad de realizar un cambio organizativo (que creemos muy interesante) para terminar dandole argumentos a sus detractores.

Y como eso no es lo que queremos para el futuro hospital de La Línea, queremos enumerar cuáles son las prioridades que consideramos fundamentales si pretendemos organizar el nuevo hospital por niveles de complejidad:
  1. Un modelo pensado en "lo mejor para el paciente" debe estar centrado en la persona y no en los profesionales. Esta entrada de Avances en Gestión Clínica es de obligada lectura.
  2. Un cambio cultural que dice estar centrado en el paciente debe incluir a Atención Primaria si o si, aunque inicialmente solo afecte a la organización del hospital.
  3. Todos, todos, todos los actores deben participar incluyendo, obviamente, a organizaciones sindicales y, sobre todo, a las asociaciones de pacientes.
  4. Un cambio organizativo solo funcionará de verdad si se produce de abajo a arriba, por lo que los profesionales de base no sólo deben participar en su proceso, sino que deben entenderlo, integrarlo, comprenderlo y modificarlo hasta llegar a defenderlo.
  5. Sin la participación activa y protagonista de la figura de la Enfermera Gestora de Casos y de los líderes clínicos enfermeros no habrá un cambio real.
  6. Un modelo organizativo basado en criterios "más enfermeros" debe tener más enfermeros liderando el proyecto aunque este sea necesariamente interdisciplinar.
En definitiva, que un cambio que no cuente con un buen plan ni con los pacientes y los profesionales solo se quedará en una declaración de intenciones o en un slogan político.

A nosotros nos gustan más los héroes anónimos que estarían dispuestos a participar...


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viernes, 6 de mayo de 2016

El coste y la eficiencia ¿enemigos íntimos?


Hoy acaba el XI Simposio Nacional sobre Úlceras por Presión y Heridas Crónicas que se ha celebrado estos días en Logroño, un evento científico bianual que en cada edición congrega a cientos de frikis hispanoamericanos interesados en el mundo de las heridas crónicas.

Sin embargo, pese a que no nos habíamos perdido las 5 ediciones anteriores, en esta ocasión, debido a cuestiones familiares, finalmente no hemos podido acudir.

Pero aunque no hemos podido acudir en persona, si ha podido ir una nutrida representación del Campo de Gibraltar que se han encargado de defender nuestros pósters y, sobre todo, nuestra comunicación oral.



Una comunicación oral en la que pretendíamos desmontar el extendidisimo mantra de muchos decisorios de compras de que, ahorrando en el coste de los apósitos mediante el atajo de comprar el apósito más barato, se reducen costes del gasto global del cuidado, tratamiento y prevención de las heridas crónicas.

Mediante un escenario teórico muy sencillo, basados en algo que ya habian hecho en un estudio de investigación mucho más ambicioso y serio en Francia con una proyección de costes a 5 años, pretendíamos demostrar que, en ocasiones, usando un apósito más caro se pueden reducir costes porque, la clave está en el selección del apósito adecuado y no en su precio y, por tanto, en potenciar el criterio técnico en las compras y la figura del referente en heridas.


En definitiva, darle un leve meneito a esas verdades absolutas que, en ocasiones, se enquistan en las mesas de los despachos 

De las Prácticas Avanzadas en Heridas Crónicas y las Unidades de Referentes en Heridas y como se entienden éstas desde algunos despachos ya hablamos otro día.

Muchas gracias a Antonio y a Rosa por asumir el reto de defender nuestras locuras.

Añadido: Para nuestra enorme sorpresa, el Comité Científico ha decidido que esta comunicación era merecedora del Premio a la Mejor Comunicación Oral en el congreso. así que estamos de enhorabuena.



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