Cada vez hay más gente hablando de la necesidad de replantearse las cosas. El modelo tradicional hospitalocentrsita no es la salvación a los males presentes y futuros de los sistemas sanitarios.
Se impone un cambio de modelo. Del hosp organizado por patologías al hosp organizado por complejidad de los cuidados https://t.co/3HktpLI0F2— MontseAntonin (@MontseAntonin) 11 de mayo de 2016
Por eso, ante la inminencia del traslado a un nuevo hospital, hace algo más de 2 meses hablamos en Tempus Fugit de la necesidad de tener las cosas claras a la hora de plantearse un cambio cultural tan grande como el que supondría romper con la organización tradicional de un hospital para reorganizarlo por nuevos criterios "más" enfermeros.
Sin embargo, tenemos la sensación de que seguimos en el mismo punto (si no peor).
Como tan bien explica el maestro Manyez en la entrada de ayer en Salud con Cosas, lo importante en cualquier organización, y mucho más cuando se trata de implementar una cambio organizacional, es tener claras las prioridades y, sobre todo, alinear éstas con las prioridades de los profesionales de base.
Cualquier situación en la que esto no se produzca hará que los profesionales y los gestores terminen por los pasillos como pollos sin cabeza y, lo que es peor, perdiendo la oportunidad de realizar un cambio organizativo (que creemos muy interesante) para terminar dandole argumentos a sus detractores.
Y como eso no es lo que queremos para el futuro hospital de La Línea, queremos enumerar cuáles son las prioridades que consideramos fundamentales si pretendemos organizar el nuevo hospital por niveles de complejidad:
- Un modelo pensado en "lo mejor para el paciente" debe estar centrado en la persona y no en los profesionales. Esta entrada de Avances en Gestión Clínica es de obligada lectura.
- Un cambio cultural que dice estar centrado en el paciente debe incluir a Atención Primaria si o si, aunque inicialmente solo afecte a la organización del hospital.
- Todos, todos, todos los actores deben participar incluyendo, obviamente, a organizaciones sindicales y, sobre todo, a las asociaciones de pacientes.
- Un cambio organizativo solo funcionará de verdad si se produce de abajo a arriba, por lo que los profesionales de base no sólo deben participar en su proceso, sino que deben entenderlo, integrarlo, comprenderlo y modificarlo hasta llegar a defenderlo.
- Sin la participación activa y protagonista de la figura de la Enfermera Gestora de Casos y de los líderes clínicos enfermeros no habrá un cambio real.
- Un modelo organizativo basado en criterios "más enfermeros" debe tener más enfermeros liderando el proyecto aunque este sea necesariamente interdisciplinar.
A nosotros nos gustan más los héroes anónimos que estarían dispuestos a participar...