Hace unos dias, con motivo del anuncio de la publicación de la resolución del Ministerio de Sanidad que equipará los títulos de diplomado con el grado (podeis leer más en esta fantástica entrada de Salva Meijome) los amigos de Cuidando publicaron este post hablando de la importancia de huir de tanto acrónimo para definirnos simplemente como enfermeras.
Obviamente estamos totalmente de acuerdo con el cuerpo de esa entrada... allí donde vamos nos denominamos enfermeras; pero queremos ir más allá.
Pensamos que la forma en la que nos denominamos puede tener más trascendencia de lo que pensamos. Más allá del simple acrónimo o denominación genérica, la semántica puede tener su aquel.
Creemos que unir enfermeria a todo lo que hacemos generando un terreno propio en lo clínico, en lo académico o en la gestión, en el fondo no nos ha hecho bien.
Durante muchos años hemos tratado (nosotros también hemos participado) de hacer discriminación positiva tratando de que la palabra enfermería apareciera de forma independiente en casi todo lo que tenia que ver con lo que hacíamos en nuestras organizaciones.
Le pusimos enfermería a nuestros diagnósticos cuando ya había diagnósticos, le pusimos enfermería a muchas técnicas cuando muchas de ellas ya existían, le pusimos enfermería a la prescripción, a los cargos de gestión, a los cursos... a todo lo que pudimos defendiendo un territorio que considerábamos propio.
Pero llegados a este punto, puede ser que nos hayamos pasado de rosca en esa discriminación positiva.
En todo este tránsito nadie cayó en la cuenta de que, lo mismo, lo primero que habría que haber hecho es darle un sentido distinto a la palabra enfermería haciéndola importante antes de ponerla detrás de todo.
Es indudable que pese a nuestros esfuerzos, en el subconsciente de los pacientes, de los médicos, de los gestores y, lo que es peor, de nosotros mismos, por una cosa que se llama semántica cognitiva, enfermería es una palabra de menor rango que medicina por aquello de que su lexema es enfermedad.
Y es posible que ahí estén muchos de nuestros problemas actuales y de desarrollo futuro. Incluso del origen de esa violencia horizontal que tanto nos atenaza.
Mientras no cambiemos esto, mientras nuestros representantes: colegios, sindicato de clase o insignes gerifaltes de la gestión sigan insistiendo en ponerle enfermería a todo lo nuevo que haya por hacer, no tendremos un suelo lo suficientemente firme donde pisar para presentar batalla como nos reclamaba Juan F. Hernández en esta magnifica entrada.
Mientras no le demos valor a la palabra enfermería (puede que el gran secreto de la enfermería canadiense y de Doris Grinspun esté ahí) solo abriremos nuevos frentes en una batalla eterna.
Mientras no le demos valor a la palabra enfermería (puede que el gran secreto de la enfermería canadiense y de Doris Grinspun esté ahí) solo abriremos nuevos frentes en una batalla eterna.
Da igual que las propuestas de desarrollo profesional vengan de cualquier blog enfermero, de Avances en Gestión Clínica, de Salud con Cosas, de Enfermería frente al Espejo, de este blog, de KevinMD o del mismísimo Rafael Bengoa, seguiremos perdiendo la batalla de la gestión clínica, nuestros supervisores seguirán sin ser reconocidos ni cobrar las guardias (ser jefe de la guardia ni lo hablamos), la prescripción que haga la enfermera siempre será de segunda (porque prescribir apósitos y pañales es un salto pero es de segunda), las prácticas avanzadas solo serán una utopía o un arabesco lateral, seremos los más recortados en periodos de crisis... y así hasta el infinito.
Puede que este post suene muy poco corporativo, muy poco enfermero... pero es lo que tiene pensar en voz alta. O lo mismo solo es el tinto de verano ;))
El camino de la enfermeria es la especializacion pequeño padawan, aunque sé que no es como lo ves tu. La medicina se ha especializado, los médicos se han superespecializado pero una enfermera vale para todo, para consulta, para planta o para quirofano igualmente. O vamos tod@s de la manita, o en solitario cuesta remar y avanzar. Un abrazo
ResponderEliminarYa sabes que pienso todo lo contrario ;))
ResponderEliminarAdemas... como os ha ido a vosotros?? Habra que verlo con perspectiva