Cuanto más leemos sobre gestión, más convencidos estamos de lo que nos queda por aprender. En este campo, como en muchos otros, también se está en beta permanente.
Aún así, es innegable que hemos aprendido mucho en los últimos años.
Y una de las cosas que hemos aprendido (y que ya defendíamos en etapas anteriores) es que las organizaciones tienen que tomar sus decisiones en consonancia con su planificación estratégica y sobre datos fiables.
Por eso, cuando nos convocan a una reunión o tenemos que tomar alguna decisión importante, solemos buscar fuentes de información, datos de actividad, datos con los que comparar, elaboramos nuestras hojas de cálculo, generamos gráficos y tablas, escribimos "sesudos" informes e, incluso, los enviamos con anterioridad a los demás convocados a la reunión.
Con esto pensamos que vamos "bien armados" a las reuniones. Y es verdad, en cuanto empieza la reunión, entra una enorme angustia al comprobar que casi nadie ha leído nuestros informes y no es que estemos bien armados, sino que somos casi los únicos que acudimos preparados.
Aún así no perdemos la esperanza en la especie humana, ni siquiera en la subespecie gestora. Seguimos preparando las reuniones con la misma metodología, tratando de tomar las decisiones basándonos en la mejor y mayor información posible.
Sin embargo, lo que nos enerva, nos consume y nos lleva al borde del episodio esquizoide es que la defensa del chiringuito propio, el desmontaje del chiringuito ajeno, la excusa del colectivo propio, el ataque al colectivo ajeno, la justificación de la incompetencia propia, la envidia del éxito ajeno, proteger las prebendas cuasi-consolidadas, las amenazadas veladas, la palabra "dada" o los compromisos "de pasillo" (y así hasta el infinito) son el principal criterio para tomar decisiones directivas, con lo que, como es lógico, suelen ser tan poco consistentes y fundamentadas, que casi siempre termina primando el "donde dije digo digo Diego".
Da igual que alguien haya leído lo poco o lo mucho que se ha aportado a la reunión, da igual que alguien pretenda tener una visión estratégica o a medio/largo plazo, lo verdaderamente estremecedor es que, al final, los datos, la evidencia, el sentido común e incluso el paciente terminan importando un pimiento.
Lo que más me exaspera de todo ello no es que no se lean toda la documentación preparadda, no, lo que me vuelve loco y hace que se me hinche la vena del cuello es que, sin leerlo, consideren que "mejor se lo enviamos a fulanito como experto y que opine". ¿Experto? No lo dudo, pero entonces nosotros, como responsables a prioro de nuestro departamente, ¿qué somos? Omito la palabra... A fin de cuentas, casi ni me importa ésto. Ahora sí, ¡cómo se llenan la boca diciendo "el paciente es el centro", "hemos de liderar el proceso asistencial", "el paciente es el centro" (otra vez)...
ResponderEliminarMil gracias Jaume por participar... es un consuelo que, más allá de Despeñaderos, también hay enfermeros a los que se le hincha la vena.
EliminarUn abrazo.
Mucho tiene que cambiar el mundo de la gestión, mucho. Mucho tiene que cambiar el mundo de la gestión enfermera, mucho.
ResponderEliminarA menudo, el estar documentado se considera hasta un peligro!!! cuidado que vienen!!!.
Tratar de aportar informes es básico e imprescindible... pero si continuo con mi tema de moda.... la brecha... pues hay una gran brecha que salvar.
Mientras unos se presentan, con datos, tablas y gráficos otros lo hacen con llantos, lamentos y el mágico "y tu Más".
No os canséis, no nos cansemos de estar del otro lado de la brecha, como en algún comentario tuitero, se necesitan líderes capaces de generar cambio, cambio del bueno.
Ay Alberto, mucho hay que cambiar y en ello estamos. No desfallecemos pero a veces es necesario venir al blog a soltar lastre...
EliminarEstamos en ello y sabemos que, afortunadamente no estamos solos y que hay gente con las mismas vivencias, ganas y obstáculos que nosotros. Aunque no sirva de consuelo, algo reconforta pensar que no somos los únicos que vemos estas cosas y que, obviamente, no somos dos locos disparatados que quieren cosas extravagantes.
Un abrazo (y otro para Silvia) y espero que nos podamos ver pronto.
Las directrices de un buen gestor, o al menos de lo que muchos políticos consideran un buen gestor, es aquella persona que:
ResponderEliminar- Consigue buenos resultados (datos, sin más)
- No genera mucho revuelo en prensa
- No rompe la estructura de poder que ya existe (en parte para que el apartado 2 se pueda cumplir)
A esto hay que unirle una cosa, la falta de autonomía de muchos gestores. Ante un tema complejo, un gerente debería ser capaz de crear un entorno de confianza entre sus colaboradores para que todo el mundo hable con claridad, exponga sus ideas, aporte experiencias o análisis, etc. Pero lo habitual es que el que tiene ideas, si son contrarias a las que cree que tiene el gerente, se calle.
Y lo de las reuniones no tiene nombre... Ocurre a muchisimos niveles: hospital, consejería, servicio de salud, etc. Preparas las cosas y al final nadie las lee, nadie las analiza y nadie las revisa. Y decisiones que necesitan de un análisis serio, se toman por intuición o por enchufismo, o por filias o fobias...
Y para acabar el tema del chiringuitismo. Lo peor no es el gerente o directivo o político que cede ante los chiringuitos, lo peor es que los jefes de esos chiringuitos a los que les importa una @#*+ç¢ la organización, sigan siendo jefes, y se salgan siempre con la suya. Además a esto se le une que hay muchos jefes y gestores con un nivel muy bajo, quizás sean buenas personas o grandes profesionales, pero pasan de gestionar. Quizás cuando ser jefe o supervisor o director deje de ser considerado un premio, tengamos buenos gestores.
En resumen, que para cambiar la sanidad, necesitamos erradicar los tres grandes problemas del sistema: inercia (borreguismo y zona de confort), miedo (si me muevo, no salgo en la foto) y poder. Y por eso, Lampedusa es el que mejor define lo que vemos día a día:
"Que todo cambie para que todo siga igual"
Y por ahora (que igual vuelvo), ya está. Gracias por la entrada y por no tener miedo.
Ni un pero ni una coma puedo añadir salvo darte las gracias por tu valentía.
EliminarDe verdad que no quieres venirte al Campo de Gibraltar?? Te imaginas un centro contigo de director de SSGG, Iñaki de Director de RRHH, Fran Sanchez de D. Médico, Carlos Núñez de D. de Enfermería y Gutiseque de gerente?? Sería todo un experimento...
Que si tengo que hablar con la Consejera lo hago eh!?
Un abrazo amigasho!!
Uys, yo te agradezco la confianza pero no hay político que nos aguante juntos (ni separados) más de media hora, jajaja...
EliminarEl problema de la gestión de este país (nos toca sanidad, pero seguro que en otros sectores están igual) es que no hay verdadera voluntad de dejar al gestor que gestione. Ahora que se nos llena la boca con el big data y la evidencia, seguimos gestionando de oídas (o a ciegas) y es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Y así nos va!
Sería un gran experimento... aunque por mucho equipo directivo que haya, si la base o la zona media es tipo mopongo, sería muy dificil llevar la nave a buen puerto. pero lo pasariamos de PM jajajajajajajaja
EliminarAh pero eso no lo sabíais. Joder!
ResponderEliminarPero mira que eres.... para ti también habría sitio.
EliminarUn abrazo campeón.
Un tema muy interesante y, como bien sabéis, estoy completamente de acuerdo con vosotros.
ResponderEliminarEn mi época de directivo, se solían referir a mí como "el que apunta todo en el ordenador", "el que responde siempre a los correos", "al que no se le olvida nada"... en definitiva, formas de nombrar a alguien que se organiza medio bien.
Yo también era de los que llegaba preparado a las reuniones y puff... eso en las que yo no era el cargo más alto.
Por hablar de las reuniones, decir que son una herramienta, no un fin... como todo, tiene su metodología para que sean óptimas. Yo no soy un experto, pero el sentido común me llevaba a no convocar nada sin un orden del día, con algo de trabajo previo por parte de todos los convocados, con un cronómetro para no durar ni un minuto más de lo estimado y con la obligación de recoger acta con resumen ejecutivo de tareas, fecha de cumplimiento y responsable (acta que al final terminaba haciendo yo siempre porque... "como a ti se te dan bien esas cosas de los ordenadores").
Yo no es que sea un experto en nada de esto, sólo aplico sentido común y me ayudo con las herramientas que nos provee Internet (porque nuestra organización tiene poco de eso... por ahora).
En fin, demasiada zona de confort y una defensa acérrima de tu posición evitando que otros vengan a demostrar que pueden hacer las cosas mejor que tú. Pero no sigo, que me enciendo y ya hace tiempo que dejé de escribir así ;)
Sobre lo del equipo que proponéis... un completo lujazo, ¿dónde hay que firmar? Eso sí, Iñaki tiene razón, duraríamos bastante poco... o nosotros o el servicio de salud ;P
Un fuerte abrazo, compañeros.
Seguid así.
Muchas gracias Fran por pasarte por aquí....
EliminarComo he dicho más arriba, es un (aunque triste) consuelo saber que no somos los únicos que vemos estas cosas.
A ver que dice la jefa sobre lo del equipo ;)
Un abrazo enorme.
No te digo nada, y te lo digo todo...
ResponderEliminarYa sabes de sobra lo que pienso. Ahora que estoy en medio de la nada "con un pie dentro y otro fuera", ya conoces mi nivel de compromiso.
Si algo hemos aprendido en estos años ha sido que la razón te la dan los argumentos, y eso es lo que realmente molesta. Te preparas una reunión, respondes con argumentos y das respuestas y alternativas que no atienden a convencionalismos y te conviertes en molesto.
Resulta que molesta que la visión estratégica venga desde abajo arriba y no desde arriba abajo como venía siendo costumbre, sin darse cuenta que los niveles que se creen "superiores" a veces están por debajo de los que creen "inferiores". Vuelven a pecar de exceso de confianza, y molesta cuando dos "chuflas" toman decisiones, y ante las quejas iniciales se esgrimen argumentos que callan bocas demasiado abiertas.
Y es que al final todo es cuestión de molestias, molesta que "se tomen decisiones", molesta que "se señale la luna" y pretenden centrar la atención en el dedo, molesta que se diga que "el zorro no puede guardar el gallinero", molesta que se destapen "chiringuitos" y se cambie el "status quo" de unos pocos privilegiados, molesta que se obvie lo obvio y se resalte lo llamativo, molesta que se de un pasito atrás y puedas ver con perspectiva, molesta que estés despierta y veas lo que creen que nadie más puede ver, molesta que manejes información y que tengas tiempo para gestionarla, porque piensan que "tu trabajo es otro".
En fin,....que te vuelves en una molestia, bendita molestia, seguimos?.... :-)
Hermano, yo tampoco te digo nada y te lo digo todo...
EliminarEspalda con espalda y.... a seguir molestando!!! ;))
Yo creo que debes de estar orgulloso de ser como eres... porque no es lo habitual ni lo esperado. La mayoría de los que nos «desgobiernan» en la pirámide de las jerarquías solo buscan el mangoneo y el lustre propio con el esfuerzo ajeno y, por regla general, el paciente/usuario les trae siiiiin cuidado; algunos ya ni recuerdan como es y muchos afirman haberlo visto en foto. Para muchos de ellos los pacientes sólo son esa moneda con la que deben bregar y relaizar negocios para seguir conservando su puesto...
ResponderEliminarA ti te preocupa lo que haces, cómo lo haces y por qué lo haces... eres lo que deberían ser ellos. Eres un especimen poco corriente en nuestro ámbito. Si eres molesto, es un honor ser molesto y seguir molestando a esos seres intangibles de la «cosa-gestión», que son casi más una entelequia, porque cuando se les precisa nunca se les encuentra ni se les ve ni se les espera.
Sigue y no desfallezcas... Besos miles y feliz vida!
Muchas gracias Lola... nos tienes en demasiada alta estima ;-))
EliminarUn fortisimo abrazo.
Me lo pides y no reniego.
ResponderEliminarNo solo tenemos que leer Gestión, además tenemos que aprender a gestionar lo aprendido.
No es un corta y pega. Hay que cambiar,(frase paradigma que sirve para un roto y un descosido) y siempre esperamos que empiecen a cambiar los demás para dar un pasito nosotros. No es viable hacer las cosas por separado. Aquí me refiero tanto a nosotros individuos como a la organización entendida como planificadora estratégica. Como bien dices, es difícil, más que nada por el reguero de desfallecidos que quedan en los arcenes de caminos que no van a ningún sitio.
La falta de autonomía de muchos gestores puede ser una de tantas excusas para mirar a otro lado y buscar culpable, que claro está, siempre es otro.
Los equipos no son entornos amigables "per sé", la confianza de los colaboradores debe servir para expresar lo que cada uno sepa y quiera expresar, basando cada idea en análisis, experiencias, etc. Es un error repetitivo hacer equipos, buscando la similitud de pensamientos en el ánimo que nadie se salga de la cuerda guía. Y nadie de ese equipo debe ser más listo que el "alma mater”. Se suele jugar a mantenerse en la comodidad de tirar balones fuera, esperando que cambien a los responsables para seguir igual. Siempre existen los “pepito grillos”, rara avis necesaria para mantener un poco de cordura en este mundanal estado y poder reflexionar sobre formas distinta de ver las cosas.
Quizás haya jefes y quizás, pocos gestores, que lo de estar en puesto de gestión sea un añadido de status. Quizás cuando ser directivo no sea algo a lo que se llega "por casualidades de la vida" y podamos plantearnos seriamente la "profesionalización", tengamos más y mejores gestores.
Que decirte de las reuniones, " de profesión, estar reunido" ¿con que fin?, no se sabe, pero queda bien. Solo las necesarias, con orden del día previo, documentación anterior, actas de resultados, responsables de cada una de las tareas y lo más fundamental, hora de finalización.
Piensa que lo cómodo es ¡¡siempre ha sido así ¡!, para que cambiar ¿vas a romper la dulce calma de que todo siga igual?
Somos muy dados a los pasillos, protestar en los pasillos, culpabilizar en los pasillos, salvar al mundo en los pasillos y, claro está, gestionar de pasillos. Es decir, sin planificar, organizar, sopesar pros y contras, discusión, estrategias….después de esto que pedimos ¿resultados? ¿Cuáles?
De todas formas tú sigue manejando información y demuestra que puedes gestionarla.
Y no desfallecer. Eres joven.
Esto te pasa por invitarme.
Coño Pepe, para ser la primera vez que comentas en el blog te has explayado a gusto.
EliminarAy!! Donde habré leído yo antes eso de profesionalizar la gestión??
Gracias por tus palabras... aunque soy joven necesito referencias de gente que de esto sabe un huevo como tu.
Un abrazo.
Paso por aquí para dar mi punto de vista aunque muchos argumentos los han delineado anteriores comentarios (en especial el de Mañez; un resumen de los suyos).
ResponderEliminarTanto en un puesto de responsabilidad como en el desempeño de base las decisiones se han de tomar con los mejores datos disponibles y con el sosiego que la situación permita; dicho esto es costumbre cultural de algún@s llevar decisiones ya hechas a las reuniones tomadas en cenáculos de intereses sin datos (ni grandes ni pequeños que los avalen) pero eso ya lo habéis dicho.
Uno de los problemas que esta actitud de trabajo encuentra (en mi caso) es el acceso a la información que muchas veces necesita de un intermediario que no te puede dar lo que necesitas en el momento que precisas...
Otra característica es que se suele actuar sin planificar y si se planifica algo no se llega a la sombra de un plan operativo, más bien algo entre estratégico y financiero pero que ignora las dificultades del terreno que luego echan por tierra el plan.
El problema es que tanto para plantear un rediseño como para solucionar un problema hace falta un método como el que describes pero a algunos "sobrados" les basta con su divina palabra.
Gracias Salva por pasarte....
EliminarTocas un tema complejo sobre el que en el post se pasa de soslayo. Hablamos de analizar la información pero, ¿cómo conseguimos la información?
El principal problema de nuestras organizaciones es que es tarea de titanes conseguir esa información, muy posiblemente porque los que deciden sin ella quieren que esto siga siendo así.
Seguimos en el camino Salva.... despacio, a veces clamando desde una montaña, pero seguimos.
Un abrazo.
Jajaja! Me pilláis en un momento malo en referencia a la "gestión".
ResponderEliminarPodemos darle muchas vueltas pero esto solo se soluciona profesionalizandolo de alguna manera, y haciéndolo rotar. Reniego de los "popes",gerentes, directores supervisores que tienen 20 años a sus espaldas de cargos con el mismo modelo caduco... No toda la experiencia tiene por qué ser buena...
Creo en equipos de trabajo con creatividad y buena comunicación, con ganas de mejorar y plantear proyectos con principio y fin (Habrá tiempo para evaluarlos y si acaso renovarlos).
Puedo parecer pesado, pero me gusta el modelo de educación con proyectos aprobados por la comunidad educativa que luego tienen que evaluarse. Aunque seguro que es mejorable.
Hoy me he enterado de que en mi comunidad, hay un decreto que regula acceso a cargos intermedios y es un sistema de méritos pero que incluye un proyecto que hay que evaluar a los 5 años... Pues bien a mi me han puesto "super a dedo" después de un proceso de "busqueda" de 5 meses (Con un modelo de dirección en el que todos valemos para todo..). Voluntad política?
No sé donde estará la solución, pero empezar a basar la gestión en evidencias podría ser un comienzo. Elaborar planes y evaluarlos, con eso me conformo. Ciclos de mejora,...
Pocos proyectos en congresos y jornadas de gestión, calidad,... que hayan fracasado, todos son un éxito basado en la moda del momento. Con tanto éxito de qué nos quejaremos...