Hemos tardado en publicar nuestra aportación al #CarnavalSalud de septiembre en el que ya van 56 publicaciones y donde posiblemente aportemos poco.
Hemos tardado porque hemos estado totalmente absorbidos por la organización de unas jornadas científicas (escribiremos un post con nuestras sensaciones) y porque, siendo sinceros, el tema nos pone poco. Creemos que no deja de ser un debate artificioso creado de forma interesada por dos poderes muy distintos.
Al igual que con el tema de los sellos de acreditación o con los rankings, este debate esta siendo creado por aquellos que, de alguna manera, necesitan separar la parte profesional de la parte personal por un interés manifiesto o soterrado.
Al igual que con el tema de los sellos de acreditación o con los rankings, este debate esta siendo creado por aquellos que, de alguna manera, necesitan separar la parte profesional de la parte personal por un interés manifiesto o soterrado.
Por un lado está toda la industria del marketing (principalmente el de la Big Pharma) que hasta ahora se había manejado muy bien con la captación de generadores de opinión y los KOL (el libro de Federico Relimpio lo retrata bastante bien) y al que, de pronto, la irrupción del 2.0 y la enorme democratización del acceso a la información y la desmitificación de la figura del profesional referente la había dejado un poco fuera de juego.
Ellos son los primeros que necesitan de perfiles eminentemente "puros" profesionalmente hablando. Son los primeros que hablan de "marca". Por eso tratan de crear la sensación o hacer creer que es necesario mantener un perfil profesional de forma que las opiniones vertidas desde esos perfiles, sobre todo los que hayan sido "fichados", no puedan ser cuestionadas o rebatidas por cuestiones accesorias y no profesionales. En su forma de entender el negocio (para nada criticable), no cabe la posibilidad de que alguien que habla de sus productos en un congreso publique fotos en #instagram de las cosas que hace en los descansos del congreso.
Por otro lado están las empresas contratadoras, fundamentalmente la empresa pública (la empresa privada directamente fiscaliza). La enorme posibilidad que da el mundo 2.0 para opinar, debatir y compartir genera más recelo que emoción por parte de las entidades que, hasta este momento, lo tenían todo más o menos controlado.
De ahí que, bajo el constructo de los riesgos para el profesional, generan guías de buenas prácticas, normas de uso, etc, que, fuera de los perfiles corporativos, vienen a tratar de poner vallas a un campo que no las tiene.
Para nosotros, la actividad 2.0 no es mas que una prolongación de nosotros mismos y, por tanto, separar lo que somos en varias partes nos parece, además de añadir un esfuerzo considerable al que ya hacemos, algo innecesario y que le quitaría la gracia a todo esto.
Al igual que en nuestra vida real no podemos dejar de ser quién somos ni lo que somos, en muestra versión digital ocurre lo mismo. Realmente eso es lo que nos hace singulares. Si todos fuéramos geniales enfermeros, médicos o periodistas y no aportáramos nuestra parte personales, esto sería muy aburrido.
Ninguno de los perfiles que seguimos y admiramos seria lo mismo sin su toque personal.
Salva Casado no sería quién es sin sus haikus. Iñaki no sería nadie sin sus #sábadosabadete ni sus #hastaaquipuedoleer. Serafín no sería el mismo sin su sensatez. Julio Mayol no sería nada sin sus preguntas incómodas. Rafa Timmermans sería muy aburrido sin sus ganas de debatir. Manyez sería un directivo del montón sin su sencillez y cercania. Rosa Mª Nieto no sería ella sin su romanticismo. Mónica Moro no sería ella sin sus macarrons. Y así hasta el infinito...
Nuestra marca personal y la profesional no pueden separarse porque el resultado seria otra cosa distinta. Cada cual dosificará las aportaciones en función de sus necesidades, de sus intereses o de su disponibilidad. El que quiera tener dos perfiles (a estas alturas quién tiene solo dos perfiles??) que los tenga.
Ninguno de los perfiles que seguimos y admiramos seria lo mismo sin su toque personal.
Salva Casado no sería quién es sin sus haikus. Iñaki no sería nadie sin sus #sábadosabadete ni sus #hastaaquipuedoleer. Serafín no sería el mismo sin su sensatez. Julio Mayol no sería nada sin sus preguntas incómodas. Rafa Timmermans sería muy aburrido sin sus ganas de debatir. Manyez sería un directivo del montón sin su sencillez y cercania. Rosa Mª Nieto no sería ella sin su romanticismo. Mónica Moro no sería ella sin sus macarrons. Y así hasta el infinito...
Nuestra marca personal y la profesional no pueden separarse porque el resultado seria otra cosa distinta. Cada cual dosificará las aportaciones en función de sus necesidades, de sus intereses o de su disponibilidad. El que quiera tener dos perfiles (a estas alturas quién tiene solo dos perfiles??) que los tenga.
Pero no dejemos que nos metan con calzador la idea de que, por nuestra salud y nuestra seguridad, no podemos publicar en el mismo perfil una publicación enfermera, una opinión política, una crítica ácida, una foto de la playa, una quedada del trabajo o una noticia impactante porque nosotros lo hacemos y seguimos aquí.
Dejemos que el 2.0 se autorregule. Sigamos siendo auténticos. No perdamos el norte por ser lo que no somos.
Pura sensatez. Gracias por seguir en la brecha ;)
ResponderEliminarMuchas gracias Salva. El sensato del grupo eres tu ;)
EliminarYo seguiré siendo un pack indivisible a lo yogures de fresa ;).
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo :*
Gracias Mónica. Te debo un comentario ;)
Eliminarmas claro agua... yo tambien lo tengo muy claro :)
ResponderEliminarPues si tu lo tienes muy claro... yo me quedo más tranquilo aun ;)
EliminarSomos lo que somos, no se puede disimular, jajaja... o sí? #yhastaaquipuedoleer jajaja...
ResponderEliminara estas alturas no engañas a nadie amigasho!!! ;)
EliminarSomos lo que somos, no se puede disimular, jajaja... o sí? #yhastaaquipuedoleer jajaja...
ResponderEliminarPor completo de acuerdo. Igual que, aunque me dedique a la "salud laboral", la salud es un continuo, y por ejemplo es dificil, si no imposible, dejar los problemas de casa al llegar al trabajo y al reves, o hay enfermedades que llevamos del trabajo a casa y viceversa.
ResponderEliminarSoy el mismo. Y en persona y virtual intento serlo también.
Enhorabuena. Un abrazo.
Tu eres tu mismo y además cojonudo!! ;)
EliminarGracias por pasarte!
Post claro, sencillo y al turrón. Un abrazo amigos.
ResponderEliminarTu nos ves con muy buenos ojos amigo. Un abrazo ;)
Eliminar¿Y comenzais diciendo que este post no aportara nada nuevo...? Lucidez, sensatez, chispa y un fantastico toque de transgresion. Saludos
ResponderEliminarjajajaj Jesús hemos hecho un resumen de los 50 y pico anteriores...
EliminarGracias por pasarte
Muy claro, como dicen por aquí cada uno es cada uno, no se puede ser bipolar. Otra cosa es que seamos administrador de la cuenta de la empresa en alguna red social.
ResponderEliminarMuy claro, como dicen por aquí cada uno es cada uno, no se puede ser bipolar. Otra cosa es que seamos administrador de la cuenta de la empresa en alguna red social.
ResponderEliminarA mí se me criticó que fuera tan reivindicativa políticamente y que me decantara por unas críticas de tipo social que me dejaba expuesta en mi ideología...!!!!!!!
ResponderEliminarPues leyendo lo que escribís me quedo más tranquila... si es que me puse nerviosa, of course!
No puedo dejar de ser lo que soy, no puedo dejar de expresar lo que siento, ni protestar por lo que necesito protestar. Mi perfil es el que es, mi persona va antes que mi profesión y yo soy más que unos zuecos y una cofia. No represento a ninguna empresa que no sea yo misma.
Gracias por este post...
Besos miles