En este proceloso mundo de la blogosfera sanitaria, uno suele tener gente en la que se mira. El término gurú está demasiado denostado (aunque aún hay gente que intenta defender el término e incluso explica como serlo) por lo que nosotros solemos denominarlos como nuestras musas.
Son gente que nos inspira. Nos inspira a la hora de escribir nuestros post, nos inspira en nuestro quehacer diario. Incluso, como es el caso de este post, condicionan lo que habiamos pensado publicar para que terminemos hablando de lo que ellos han empezado.
Y es que hoy lo que tocaba, era contaros que, después de 4 meses de trabajo, networking, cafés en el bar Mónica, reuniones y más cosas, al fin tenemos autorización para hacer pública la que será la Unidad de Innovación del Área de Gestión del Campo de Gibraltar.
Ibamos a escribir un post explicando que el miércoles abriremos al fin su blog en el que os iremos contando nuestras andanzas, las ideas de los profesionales que quieran participar, los proyectos generados de ellas y los productos finales. Un blog donde haremos preguntas y donde esperaremos vuestras propuestas y respuestas.
En esas estábamos cuando nuestra musa granaína se saca de la manga un post muy "meid-in" La Mirada Enfermera. Un rosario interminable de preguntas sin respuestas que resumen la enorme desazón que se genera en aquellos profesionales inquietos (y comprometidos) que son conscientes de que su entorno laboral es muy mejorable.
Aún pensando en esos profesionales, el objetivo natural de CGInnova, resulta que nuestra musa del norte sale del armario haciendo un magnifico alegato al in-prendedor público, esa especie profesional, más numerosa de lo que se piensa, que, como cuenta un insigne gestor en esta entrevista, está muy desaprovechada cuando no maltratada.
Digiriendo lo que se dice en la entrevista, resulta que va nuestra gran musa levantina y se saca de la manga un post tan fantástico como el de hoy. Muchas veces nos sorprende comprobar como siendo tan distintos y estando tan distantes podemos coincidir en tantas cosas. Lo que pasa es que él explica las cosas mucho mejor que como lo hicimos nosotros.
Al final, el día que teníamos pensado estar hablando de Serendipia, de la anticreatividad y de nuestra cancamusa particular, terminamos hablando de nuestros amigos.
Y lo mejor es que nos encanta!! Que de esas cosas se puede hablar cualquier otro día.
Nota mental: Si alguna vez monto algo, tengo que contar con esta gente.