
La semana antes de Semana Santa participamos como ponentes (si!, nosotros!) en Bibliosalud 2011 en la sesión de debate "calma y serenidad" prodigiosamente moderada por Didac Margaix. Podeis leer los resumenes en Miraquebé y Homosanitarius.
Fue una sesión de disrupción pura en mitad de unas jornadas que tenían mas vida en el pasillo que en el anfiteatro.
Esperamos que sirvieran para aumentar aún más el debate que, en forma de rescoldo, tenían ya encendido. A nosotros si nos sirvieron, como casi todos los eventos a los que vamos, para reflexionar y sacar conclusiones.
Durante los 3 días que vivimos con los biblio-taxonomo-documentalistas, descubrimos a una profesión casi desconocida para nosotros, de gente seria y académica que da la impresión de estar en plena transformación como colectivo. En la superficie debaten entre la definición de su propia profesión (debe ser un mal endémico de taxonomistas) pero en el fondo se produce este debate porque saben perfectamente lo que son.
Es comprensible que los periodistas, los documentalistas o los médicos se arremolinen y saquen garras cuando se habla de compartir, difundir o paticipar. Son profesiones que han fundamentado su desarrollo a base de dominar y controlar la información (su sector de información). Pero estas profesiones que dicen estar en crisis, lejos de desfallecer, están aprovechando esta coyuntura para transformarse y evolucionar. Se están deconstruyendo para volver a reinventarse con nuevos principios y valores... al menos en ello están.
Sin embargo, y haciendo un ejercicio de crítica interna, por qué tenemos la sensación de que no le pasa lo mismo a la enfermería? Porqué somos proporcionalmente tan pocos en esto del 2.0?
Es cierto que vamos aumentando en número, pero la mayoría esta ajena a esta revolución.
Aunque nosotros no tenemos los "supuestos" problemas de indefinición que valientemente expresaron los asistentes a Bibliosalud, en el fondo, ellos no los tienen sino más bien todo lo contrario!! Saben quienes son y donde quieren ir. La cuestión es: Lo saben los enfermeros?? La respuesta es rotunda. NO.
Seguimos en el eterno paradigma y en la eterna encrucijada de decidir que somos y que queremos.
Por culpa de una jerarquía colegial ajena a la realidad laboral (las nuevas especialidades realmente no sirven para nada), una estirpe universitaria alejada de la realidad socioeconómica (el grado no supondrá una mejora económica), una red de sociedades científicas enmarañada que trata de parecerse a sus primas mayores (los congresos enfermeros no pueden valer lo mismo que los de los que nos duplican el sueldo), unas organizaciones sanitarias que buscan reducir costes (las practicas avanzadas no van a suponer que aumentemos nuestas competencias), pero sobre todo POR CULPA NUESTRA, por nuestra falta de cohesión, nuestra patológica carencia de corporativismo y nuestro endémico complejo de inferioridad.
Por todo eso no nos damos cuenta de que, apartando el ordenador, el movil o el iPad, la filosofía dospuntocerista corre por nuestras venas. Solo hay que releer los Modelos y Teorías de la Enfermería y buscar paralelismos.
¿A ningún enfermero le suenan los términos empoderar, acompañar, co-participar, compartir, colaborar y ayudar?
Entonces quién mejor que nosotros que, como profesión, ayudamos a nacer humanizando el parto, promovemos la lactancia materna, enseñamos y fomentamos los autocuidados en las enfermedades crónicas, cuidamos a lo largo de la vida haciendo prevención y también cuando hay riesgo vital, y acompañamos en el final de la misma para entender, sin necesidad de evangelización, en que consiste esto del 2.0.
Por todo esto, la ya mítica frase que Jordi Serrano nos dijo en Bibliosalud, lejos de aplicarsela a sus conjeneres, deberíamos aplicarsela al colectivo enfermero en su conjunto: "Quién no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra"
En eso estamos: que ni buscamos ni encontraremos y, en consecuencia, volveremos a perder otro tren para reivindicarnos, esta vez si, como una pieza fundamental del presente o del nuevo ordenamiento sanitario.