
Bueno, el nuevo año ya está aquí y habrá que empezarlo como se merece. Como dicen los amigos #Turroneros, habrá que empezarlo con turrón del duro.
Ya en su día hicimos una entrada sobre las 2 o más velocidades de la sanidad española, pero en estos días del año y como hemos leído mucho y bueno, no podemos dejar pasar la oportunidad para hacer un poco de auto-crítica de esto que venimos llamando la blogosfera sanitaria.
A estas alturas no creo que nadie se atreva a discutir sobre lo que el concepto del dospuntocerismo puede aportar a nuestro sistema sanitario en general y a las organizaciones sanitarias en particular. Y que existen muchas iniciativas locales loables y pioneras.
Pero hace unos días leímos una magnifica entrada de @zurbaran sobre las ventajas que un hospital esté en Facebook® que coincidió temporalmente las entradas (esta y esta) en nuestros blogs sobre la situación actual de nuestro hospital. Y se te queda cara de tonto al pensar lo lejos que estamos de ese ideal que todos los twiteros sanitarios tenemos en la mente.
Es indiscutible que la sanidad pública tiene un gran problema estructural (de infraestructuras, de organización y de financiación) que el dospuntocerismo puede paliar pero no arreglar ¿no habrá que arreglar primero los problemas reales antes de meter a la gente en nuevos berenjenales?
¿No será mejor pintar las habitaciones, arreglar las camas o aumentar las plantillas que plantearse si el hospital tiene que ser magnético o tiene que ser un no-hospital?
¿No será mejor dotar bien las instalaciones, adecuar las cargas laborales a las realidades asistenciales, remunerar correctamente a los profesionales o reorganizar los niveles asistenciales antes de meternos en disquisiciones sobre el sexo de los ángeles?
¿No será que solo somos la puntita del enorme iceberg que supone la comunidad sanitaria española y que nuestra utópicas y futuristas conversaciones solo sirven para que mantengamos un óptimo y siempre saludable nivel de #buenrollismo que, como dice @sminue en este post no nos lleva a ningún sitio?
Al final es incluso posible que el amigo Bonis tenga razón y que esta revolución silente que todos vemos venir no será tuiteada... llegará mucho más tarde. Cuando el sistema termine de romperse o se colapse. Y para entonces, internet en la consulta ya no será una prioridad.
Lógicamente preferimos la acción a la innacción y por eso somos miembros proactivos y activistas de la blogosfera... pero quizás es el momento de pararnos a pensar un poco en aquellos a los que, de una manera o de otra, hacemos como que representamos y ser muchos más reactivos y más visibles que hasta ahora promoviendo el info-activismo... o como en esta iniciativa enológica.
Vamos... que tendremos que seguir dando la lata!!