A los editores de este blog nos gusta decir que la realidad generalmente supera a la ficción y para ser más gráficos solemos usar películas que sirven de percha para nuestras disquisiciones.
Pero esta vez no es que queramos ver una película en lo que estamos viviendo. Es que estamos convencidos de que, de un tiempo a esta parte, la enfermería española está viviendo sus particulares "Juegos del Hambre". Un espectáculo público en el que, al final, siempre terminábamos echándonos a pelear los unos con los otros para que, finalmente, nada cambiara.
Como en la famosa trilogía, llevamos años repartidos en diferentes distritos que no se comunican entre si y que sobreviven a duras penas en pro de un supuesto bien común: los clínicos, los gestores, los investigadores, los académicos, los residentes o los especialistas...
Ocasionalmente nos han ido echando a pelear y siempre para que todo siguiera igual. Frecuentemente nos hemos echado las culpas entre nosotros sin ser conscientes de que lo que nos pasa es más por inacción que por otra cosa. Y de nuevo todo sigue igual.
En esas andábamos las enfermeras españolas sin percatarnos del tiempo que llevábamos así cuando, hace ya 6 años, apareció una tal Juan F. Hernández Yañez con su libro "Enfermería frente al espejo: mitos y realidades" bajo el brazo. Un foráneo de la profesión que empezó a contarnos las verdades del barquero desde su óptica de sociólogo.
Alguien que en estos años nos ha ido explicando porque no quieren que podamos prescribir, porque no quieren que dirijamos unidades de gestión, porque aunque seamos grado nos van a aplicar el famoso 3+2, porque aunque hemos llegado a ser doctores nuestro nivel sigue siendo el A2.
Alguien que, a base de tesón y de dedicar su tiempo y su esfuerzo a una profesión que no es la suya, ha conseguido que muchos abriéramos definitivamente los ojos.
Y, lo mejor, alguien que nos ha explicado porque muchos de aquellos porqués terminan siempre en el mismo sitio: en nuestro Capitolio particular.
Por eso la reciente noticia de que el Sr. Máximo Antonio González Jurado, sempiterno presidente del Consejo General de Enfermería - a partir de ahora nuestro Capitolio - lo ha demandado por vía penal, como el propio Juan cuenta en su blog, ha terminado de encender a nuestro Distrito 13, ese que se mueve en las redes sociales.
A través de la etiqueta #YaNoMax llevan (llevamos) varios días removiendo cielo y tierra para que alguien se haga eco del verdadero origen de esta injusticia y de lo que supone de atentado a la libertad de expresión: lo que quieren desde el Capitolio es lo mismo que en la novela: propagar el miedo y ocultar la verdad.
El Enfermero del Pendiente (Isidro Manrique) lo explica muy bien en esta entrada.
Aunque como dijo en su día Martin en esta ya imprescindible entrada, ha dicho recientemente Salva Meijome en su blog y los que llevamos mucho en esto sabemos, la solución está más allá de la red.
Pero lo que es indiscutible es que, con esta demanda, Juan F. Henández Yáñez se ha convertido de alguna manera en nuestro sinsajo... en el símbolo que hará que no solo el distrito 13 levante la voz sino que propiciará que algún alguien con peso y responsabilidad o algún medio de comunicación empiecen a tirar del hilo...
Porque esto no es un atropello contra una persona, un bloguero o contra la libertad de expresión. No es solo un atentado contra toda una corriente alternativa, libre y progresista de la enfermería española que cree en otra forma de hacer las cosas.
Esto es la estrategia de alguien que no quiere transparencia, que no quiere que nadie hurgue en su guarida. Alguien que se sostiene a base de extender el miedo.
Así que #YaNoMax.
Muchas gracias por tu apoyo Andoni. De ahora y de siempre. Quizás, paradojas de la vida, este intento de amordazar a uno esté haciendo arrancarse la mordaza a cientos, ojalá a miles. Y si de alguna manera he servido de pararrayos me alegro por el mucho sufrimiento ahorrado a otros, pero como no estoy dispuesto a achicharrarme ahora soy yo quien necesita todo vuestro apoyo mantenido el tiempo que haga falta. Créeme: sentirlo como lo estoy sintiendo, rodeado además de afecto, es algo que los malos se han perdido para siempre, nunca sabrán la gran maravilla que es ofrecerlo, menos aún recibirlo. Estamos juntos en esto. Gracias de nuevo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJuan
Es lo mínimo Juan después de todos estos años leyendo, mencionandote y aprendiendo de ti ;))
EliminarOjalá lo que expreso en el post (que no es más que un anhelo) sea cierto y seas nuestro sinsajo. Estaría encantadisimo de tener a un sociólogo como tu de representante de la profesión.
Un abrazo y espero, ahora más que nunca, que podamos coincidir de una puñetera vez.
Como he dicho en otros blogs, la situación me parece increíble por el ataque a Juan e insostenible en el terreno general de la enfermería española. Ánimo a tod@s los que la sufren y, especialmente a Juan Fernández, que denuncian y actúan. En su caso, es de agradecer doblemente, dado que no es enfermero, sino un buen conocedor de nuestro entorno
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