Más de un amigo me ha dicho en alguna ocasión que, quizás, el tono de este blog no me ayuda a conseguir mis objetivos profesionales (cuales quieran que éstos, según ellos, sean). Se que me lo dicen desde el aprecio y desde el cariño y les doy las gracias por ello.
A todos ellos les explico que mis entradas hay que ponerlas en su contexto y que, sobre todo, las que tienen que ver con mi realidad profesional local, a veces pueden no ser bien entendidas fuera de este entorno.
El otro día cuando vi este video no pude más que acordarme de sus palabras.
La verdad de todo esto es que no puedo, aunque lo intente, mirar para otro lado o callar cuando a mi alrededor ocurren cosas que no entiendo o no me gustan. Por salud mental tengo que soltar lastre.
Cualquiera que me conozca sabrá que no soy precisamente dócil. Mi madre nos hizo así a mis hermanos y a mí. Somos fundamentalmente díscolos. Es verdad que tenemos un problema para reconocer la autoridad "per sé" y no nos creemos los argumentos "ad verecundiam" y que eso nos hace fundamentalmente incómodos en entornos jerarquizados y donde se pretende que el "doblepensar" orwelliano sea el mantra con el que funcionan las organizaciones complejas.
Creo en entornos redárquicos y horizontales donde el reconocimiento (que es el que para mí otorga la autoridad) se obtenga por méritos, por esfuerzo y por trabajo. Creo en la equidad, en la transparencia y en que, como dice mi compañero, amigo y mediohermano Carlos, para tener huevos hay que cuidar de las gallinas.
Es verdad que esto me trae más de una complicación. Porque si en general llevo mal la incompetencia, la desidia, el abuso de poder o el "siempre se ha hecho así", mucho peor lo llevo con aquellos que se arrogan una autoridad que "moralmente" o por sus "actos" no debería corresponderles. Y se me nota (con blog o sin él)
Esto no significa que no quiera crecer profesionalmente, precisamente por eso sigo en un continuo proceso de formación y de crecimiento profesional, pero hay ciertas cosas con las que no puedo comulgar y necesito soltarlas.
Este blog no se abrió hace ya más de 5 años para lo primero sino más bien para lo segundo. Como dijo Sigmund Freud, uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice, también es cierto que a mi me cuesta vivir en una disonancia cognitiva constante.
Éste es el verdadero objetivo de las 200 entradas de este blog, soltar todo aquello de mi entorno que no encaja con mi forma de entender la profesión, la gestión, la sanidad o la vida.
Aquél que me abra la puerta para crecer lo tendrá que hacer sabiendo todo esto... que lo mismo soy divergente.
Y a mucha honra! Cada uno es como es y por eso vale lo que vale, y yo me siento orgulloso de haber podido compartir pensamiento, vivencias y opiniones...(aún cuando fueran divergentes). Orgulloso de las 200 entradas y de haber podido colaborar con mi pequeño granito cuando las hacíamos a 4 manos! Felicidades por ser como eres y a seguir. El que te compre sabrá a qué atenerse.
ResponderEliminarEspero que esta entrada sea una celebración de tu Genial Divergencia, y dignifique que alguien te tenga q comprar??
ResponderEliminarEsa divergencia tuya que nos pone a muchos en un punto convergente contigo!
Gracias por aportar tantísimo y enseñarnos todavía más!
Desde este lado bloguero esperando las próximas 200 y que desvirtualizaciones sean tb!
Perdón quiero decir q no signifique, ( en vez de dignifique)
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