jueves, 31 de mayo de 2018

La increíble sensación de venirse arriba


Hace más de dos meses que no publicamos. No habíamos cerrado el blog, no. Como vamos a cerrar nuestra principal vía de escape a nuestros desvelos, inquietudes y pensamientos.

Lo que ha pasado estos dos meses es que hemos estado ocupadísimos.

Hace poco más de dos meses, nos ofrecieron asumir el enorme reto de acometer las últimas etapas del traslado/apertura del nuevo hospital de La Línea.

Los que nos leéis ya sabéis que llevamos años trabajando y luchando por convertir en realidad ese nuevo hospital, un  hospital cuyo primer plan funcional hemos leído y releído cientos de veces, cuyo proyecto arquitectónico siempre nos ha parecido espectacular y con unas posibilidades enormes para hacer del nuevo hospital de La Línea un hospital comarcal de referencia.

Así que, como comprenderéis, nos tocaron la fibra y dijimos que sí.

Obviamente pusimos algunas condiciones, la mayoría por cierto no se han cumplido, pero era tal la ilusión y las ganas que nos tiramos a la piscina casi sin agua.

Propusimos un modelo de trabajo diferente, de abajo a arriba, un grupo heterogéneo de 12 profesionales que trabajarían en red en una matriz compleja que a su vez se organizaría en 6 bloques con 4 subgrupos focales. En total, sobre el papel, más de 140 personas diseñando el futuro del hospital.


Sin embargo, dos meses más tarde, debemos reconocer que solo vimos futuro, solo vimos esperanza, solo vimos una oportunidad privilegiada para seguir hackeando el sistema desde una posición mucho más ventajosa, solo vimos un rayo de luz para unos profesionales que llevan demasiados años viviendo en la desesperanza de ejercer su labor en un sitio que desde hace mucho tiempo no reúne las mínimas condiciones.

Comenzamos a trabajar viendo solo oportunidades pero sin ver zonas oscuras ni dificultades, sin valorar resistencias y malas intenciones. Dos meses más tarde, después de muchas horas de trabajo y sacrificio, solo podemos concluir que fuimos unos incautos y unos ingenuos. Nos expusimos demasiado.

El trabajo de los miembros del grupo motor ha sido increíble. En poco más de mes y medio se ha trabajado más por el presente y futuro del hospital de La Línea que en el año y medio previo.

Pero bajamos demasiado la guardia y nos vinimos demasiado arriba. Tan arriba, tan arriba que hemos terminado cometiendo un error de principiantes, un error impropio de gente con un manejo tecnológico como el nuestro, haciendo "un Bescansa" con un informe, que no deja de ser la verdad desde nuestro punto de vista, pero que no debería haber salido del ámbito interno de trabajo.

Hackear el sistema puede ser agotador, sobre todo cuando se hace lampedusiano, cuando dice que va a cambiar pero para que nada cambie.

Asi que, a partir de hoy mismo, con la satisfacción del trabajo realizado y con la conciencia tranquila de haberlo hecho pensando en los pacientes y los profesionales por delante de cualquier otra cosa, volvemos a nuestros quehaceres previos, a cuidar de los profesionales a nuestro cargo, a mejorar los resultados en salud de los pacientes que atendemos y a tratar de seguir cambiando el sistema desde dentro aunque, a partir de ahora, con nuevas marcas en la culata a sumar a las anteriores.


Share/Bookmark