martes, 10 de diciembre de 2013

Donde no hay sangre, no hay morcilla


Cada vez son más las enfermeras que se mojan y aportan sus reflexiones en esto que se supone que es la Blogosfera Enfermera, tanto que cuesta seguir todas las publicaciones y estar presente en todos los debates que se generan.

Aunque es prácticamente imposible seguir las publicaciones de los 49 blogs enfermeros que Wikisanidad tiene censados (además de los no enfermeros que cada vez son más ;)), es indiscutible que de un tiempo a esta parte ha aumentado el nivel, la cantidad y la calidad de las conversaciones.

¡Tranquilos, no vamos a hacer ningún decálogo ni nada parecido. Los que nos leen saben que no nos gustan!

Algunos posts, fundamentalmente de aquellos que llevan más tiempo en ésto y saben tocar las teclas correctas, se mantienen vivos durante semanas generando decenas de comentarios que terminan derivando en documentos de edición compartida, análisis DAFOs y iniciativas colaborativas.

En todas ellas participamos de una u otra forma llevados por una emoción especial. Por la autogenerada sensación de que las entrañas de la profesión está en carne viva y que algo se está moviendo.

Pero como hemos dicho otras veces, la realidad se muestra tozuda y nos hace, con mucha frecuencia, quizás menos de la deseada, bajarnos de la nube en la que nos montamos cuando nos juntamos virtualmente unos cuantos "apasionados".

Después de disfrutar con interés de la conferencia que Juan F. Hernández Yañez dió a estudiantes de grado, de leer con fruición, y no menos interés, el debate que había generado el post: "las peleicas" entre médicas y enfermeros" (el inigualable Serafín juega hasta con los sexos) y sus 96 comentarios sobre algo más frecuente de lo que muchos creen, o de ver como la gente se moja en una iniciativa como #cuidadosybits, va uno, levanta una sábana para valorar a un paciente recién ingresado y se encuentra esto:


¿Cómo podemos hablar de liderazgo, de gestión, de evidencias, de cargas, de otras mil cosas si lo más mundano, lo más normal de nuestro trabajo no lo hacemos bien? ¿Cómo podemos seguir debatiendo sobre el Sexo de los Ángeles a la vez que no hacemos las cosas bien?

A partir de aquí se amontonan las preguntas... ¿Está el grueso de la profesión preparado para lo que nosotros creemos que está? ¿Quiere el grueso de la profesión ser otra cosa diferente de lo que es? ¿Sirven para algo nuestras disquisiciones? ¿Entendemos todos lo mismo por enfermería? 

Quizás no haya respuestas. Quizás es qué en nuestra profesión y entre las enfermeras, como en muchas otras cosas, hay más de una velocidad. 

O quizás es qué, como nos dijo hace poco Antonio Oliva, alcalde de Abla, todo esto que hacemos no sirve para nada porque donde no hay sangre, no hay morcilla.


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8 comentarios:

  1. Hola, Andoni. Tocas un tema muy complicado que yo he estado tentado en muchas ocasiones de abordar pero que no me ha resultado fácil porque carecemos de "evidencias" y solo tenemos (como en el caso que planteas) "indicios".
    Es plausible la hipótesis de que abunda mucho más de lo que queremos pensar una tipología de enfermera como a la que aludes: pasota, desencantada (si es que alguna vez estuvo encantada), desidiosa y hasta negligente. Y también es más que probable que repoblada la AP con tantas enfermeras hospitalarias que se retiraron a descansar después de dos o tres décadas de turnos, festivos, estrés, especialistas altivos y desdeñosos, pacientes y familiares desquiciados, etc., haya un exceso de voluntarismo en ese deseo nuestro de poner en la Primaria el eje de cambio hacia la visibilidad de la profesión: prescripción colaborativa, gestión de casos, intervención comunitaria y tantos otros programas.
    ¿Cómo rescatar a este tipo de enfermeras? Porque cada una de ellas rema en contrario como cien o mil que empujan hacia adelante...

    Muchas gracias por tu cita de la conferencia de Sevilla. Un abrazo.

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  2. Mientras una enfermera que se esfuerza en serlo: actualizándose, empleando su tiempo fuera de la jornada laboral, intercambiando experiencias... etc, reciba la misma consideración que la que ha dejado así el vendaje, tenemos mucho terreno perdido.
    Cada uno de nosotros sabe el tiempo que dedica a estos menesteres (en sus numerosas "vertientes")... y es tan enfermera para el resto como la que no lo hace. Cómo pedir implicación cuando no hay una "recompensa" a cambio, cuando levantar esa sábana y encontrar eso no tienen ninguna consecuencia.
    Si la idea de la Carrera Profesional se desarrollase correctamente, quizás la cosa hubiese cambiado. Ahora tenemos un panorama de porcentajes: un 10% hiperenfermeros, un 10% hipoenfermeros... y el otro 80% cumple con su jornada y a casa, sin más historia, ni ganas.

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  3. Hola Andoni, no hay nada de contradictorio; es más, es la realidad esperable... Tú te sabes el cuento de las flechas? pues eso... aquí está mi espalda para recibirlas... si sirve para que dentro de 10 años estemos mejor.
    A mí me preocupa más que en esta sociedad los libros más vendidos sean los de la Esteban y el Risto ese... O que de los 10 temas más tratados en FB en España 5 sean de futbol...
    El problema puede ser que hay mucho representante de esa tipología y por eso abunda el bloqueo a cualquier iniciativa de reconocimiento del progreso personal (ya lo comenté en la última entrada de +Juan F Hernández Yañez) dejándola en una aplicación más del "derecho de pernada"...

    Hemos de seguir, hemos de apoyar a los que llegan y escucharles... no hace mucho en León a Serafín y a Servidor nos dijo una compañera que se inciaba en twitter que somos un poco endogámicos, como una secta... tal vez de ahí debamos aprender... vayamos a sus blogs a comentar, hagamos difusión de sus entradas TIREMOS DEL CARRO DE VERDAD para que esto crezca. Sus voces han de ser tan valiosas como la que más para que logremos hacer el papel de levadura que levanta la masa y la deja apetecible para el resto...

    Un fuerte abrazo.

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  4. Primero debiéramos arreglar el carro, para poder tirar ...
    De qué nos sirve tanta investigación, dospuntocentrismos... si ahora nos va a decir una ley que el paciente que entra por la puerta de mi consulta esta autorizado a comprar y usar agua oxigenada y que las 250.000 enfermeras que han estudiado y trabajado no lo están.
    Cuando consigamos arreglar las bases, entonces podremos seguir adelante. Mientras tanto... no somos mas que borreguitas que hacemos lo que nos manden...

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  5. La verdad Mamen... no sé a qué viene eso... firmo, divulgo, comparto, incluyo en mis entradas... el tema... estoy en contra del curso ese, pero salvo que lo quieras resolver con un asalto al congreso de los diputados no veo porqué no se pueden tener otras iniciativas y aún menos veo qué malo puede haber en animar a las compañeras que se vayan animando a escribir un blog.

    Insisto; aún somos "los de las flechas" y cambiar la opinión de una mayoría, abrirles los ojos y llevarles a la acción lleva tiempo y necesita del aporte de todos en muchas dimensiones.

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  6. No iba por ti, q como dices haces todas esas cosas ya lo sé.
    Quiero decir con lo del carro que primero todas las enfermeras debiéramos conocer cuantas dimensiones tiene esta profesión... lo del alma mística y cuerpo sufriente de Juan... Que no es sólo la técnica. Que animes a la gente a lo que quieras, en todos los frentes.

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  7. Muchas gracias a los 3 por participar.
    Este post es uno más de esos que se generan cuando a uno le duelen las tripas con muchas cosas...
    Soy consciente de que esto es una carrera de fondo y los que nos significamos somos los que nos llevamos los flechazos y aunque pueda parecer lo contrario seguiré remando y tirando del carro allí donde crea que debo.
    Pero eso no quita para que, aun no desfalleciendo, a veces tenga accesos de "mosqueo" de ver que ese cuerpo silente (y sufriente) no es consciente de lo que nos queda por delante.

    Un abrazo

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  8. Bufff! Me dejas casi sin palabras, y digo casi porque es difícil que yo me calle hasta debajo del agua.
    Yo creo que a todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez, o más de una, esa dicotomía de... luchamos por lo que podemos y debemos hacer ; pero ... ¿la totalidad de la profesión está totalmente preparada para asumirlo?. Como en todo campo profesional siempre los habrá mejor y peor preparados y no por ello debe sufrir la profesión en bloque. Para las negligencias está la responsabilidad jurídica de la que cada uno debe hacerse responsable.

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