lunes, 12 de noviembre de 2012

La fábula del cerdo y la gallina


Hace unos días, la insigne Pilar Marqués Sánchez, que además de profesora del Máster de Gestión de Servicios de Enfermería que estamos haciendo, es autora de una interesante tesis sobre la influencia de las Redes Sociales en el rendimiento de las organizaciones, lanzó en Linkedin una pregunta sobre qué entendía el personal con el término anglosajón engagement, muy de moda ahora en temas de coaching y de cultura organizacional.

Aunque pensábamos que iba a haber algo de debate, solo contestamos nosotros, por lo que nos quedamos con las ganas de saber qué opina la peña.

Teníamos cierto interés personal. Y más ahora cuando puede haber más de uno que, coincidiendo con que hemos iniciado un proyecto dentro de la estructura del SSPA y debido fundamentalmente a una mala interpretación del término, espere que cambiemos la linea editorial de este blog o incluso cambiemos nosotros para convertirnos en una cosa que ni somos ni vamos a ser.

Aprovechamos este post para dar un aviso a navegantes, de un lado y del otro del barco.

Nosotros entendemos engagement como la implicación por la mejora de la organización donde uno desarrolla su trabajo y no entendemos esa implicación sin la crítica necesaria de las cosas que consideramos que son mejorables o, directamente, que se hacen mal o incluso, rematadamente mal. A nuestros post nos remitimos.

Sin embargo, tenemos la sensación de que, dada la influencia latina y mediterránea de nuestra cultura, en la mayoría de las organizaciones sanitarias se hace una traducción mucho más "romántica" y anacrónica, asociando el término, con demasiada frivolidad, con una especie de compromiso fidelizante personal hacia el jefe que, inherentemente, conlleva pleitesía, devoción y sumisión incondicional.

Sería algo así como la diferencia entre el cerdo y la gallina en esta fábula:
"Un cerdo y una gallina se encuentran en la calle. La gallina mira al cerdo y dice- “Hey, ¿por qué no abrimos un restaurante?”El cerdo mira a la gallina y le dice- "Buena idea, ¿cómo se llamaría el restaurante?”La gallina piensa un poco y contesta,- "¿Por qué no lo llamamos 'Huevos con Bacon'?"- "Lo siento pero no", dice el cerdo, "Yo estaría comprometido pero tú solamente estarías implicada"
Esa interpretación, directamente, nos pone los vellos de punta porque es responsable de la demeritocracia que ahora nos ahoga, puesto que el comprometido, independientemente de sus capacidades y aptitudes, siempre espera una compensación por su esfuerzo.

¿Qué pensáis? O mejor dicho... ¿Qué entendéis por engagement?

Os dejamos un genial vídeo sobre las diferencias entre liderar y gestionar. Mucha tela que cortar hay aún en nuestras organizaciones. Y mucho más ahora que se acerca lo más duro del invierno.


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8 comentarios:

  1. Evidentemente, y ya lo dice Griñán, mejor competencia (de competente), que lealtad (de soplapoyas, cínica pleitesía-cortesía y evidente hipocresía)... o lo dice con la boca chica y dependiendo del caso??... En fin, lo ha dejado caer... Un saludo y adelante.

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    1. Genial comentario. Para nosotros también esta muy claro pero los hay que mezclan el tocino y la velocidad.
      Habra que preguntarle directamente a Griñan que piensa él? Te a trevés? Que pregunta hago... claro que te atreves!! :P

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  2. Bueno...yo que soy chica de esquemas (ahora se llaman MAPAS CONCEPTUALES) he analizado el post lápíz en mano.

    Puedo ser una gallina, una profesional implicada o
    Puedo ser una cerda, una profesional comprometida.

    Bien

    ¿y yo me pregunto? ¿qué gano siendo gallina? ¿qué gano siendo cerda?, si no soy cerda soy una gallina...nooooo no me lío, pasemos a la realidad

    Soy una profesional implicada (ahora si, ahora no, dependiendo del momento, de las circunstancias, de los jefes...) ¿qué mas quieren de mi? ¡¡¡estoy implicada!!!
    Ahhhh, quieren más...quieren que sea una cerda, perdón una profesional comprometida ( jamás sumisa...bueno con si es GREY el de las sombras me lo pienso) COMPROMETIDA , si, vale, lo soy...¿siempre? ¿y mis compañeras gallinas? ¿quién me lidera como cerda, una gallina?

    OS juro que me pierdo con la fábula, es un bucle sin fin.
    Pero me lo he pasado de bien, llevo toda la tarde dándole vueltas.

    Por cierto ¿porque no puede tener una cerda un mágnifico sueldo? ¿ya no sería competente? ...no es justo
    Seguro que me he saltado algún punto, pero si un profesional es comprometido con su trabajo y está entusiasmado con el, hay otros factores externos IMPRESCINDIBLES e INDISPENSABLES para que se mantenga siempre en la cresta de la ola ( jefes lideres justos, equipos de más cerdos, comida especial para cerdos...) porque si no...pasará a ser una Gallina, aunque algún día recuerde su cerda vida.


    un beso rosa (yo de mayor quiero ser una....jeejje)

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    1. Jejeje Yo me he perdido con el acertijo a partir del segundo "puedo ser una"
      Independientemente del acertijo que has montado... lo mejor es que tanto tu como nosotros sabemos lo que tu eres y lo que somos nosotros. Lo demás, lo dejamos para valoraciones subjetivas y juicios de valor de terceros.
      Un beso guapa!!

      PD: Dile a tu hemisferio acompañante que te ayude a simplificar los mapas ;-)

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    2. Hoy mi amigo Ricardo me ha dicho CERDA (y por escrito) y yo ¡¡¡¡¡tan contenta!!!!!, menos mal que me había leído el post, que sino lo finfloooo

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  3. Interesante reflexión, aunque yo me identifico más con la fábula la hormiga y la cigarra (el cerdo y la gallina sólo me entra hambre al pensar en ellos jejeje).La cigarra cantaba, cantaba...pero el canto no la alimentaba.Preguntó la hormiga:¿por qué no bailas ahora?un saludo partiendo de la idea de que todos somos parte de fauna sanitaria!!!
    Ruth Molina Fuillerat.

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  4. Como bien sabéis por Twitter, si bien difundo, no suelo participar activamente en los blogs a no ser que me lo pidan expresamente. Y este ha sido el caso. Así que: lo prometido es deuda.

    Bien, comencemos: ¿cerda o gallina? Por suerte o por desgracia, soy una cerda de naturaleza cerda. Soy cerda hasta la médula. Me encanta poner toda mi carne en el asador y conseguir una buena parrillada para todos. Entiendo que ser una cerda es parte de mi trabajo. No de mi quehacer diario, sino de mi profesión. Hay que ser cerdos, amigos. Al menos, en mi opinión.
    El problema es que a todo cerdo le gusta que le reconozcan de uno u otro modo lo buen cerdo que es, lo que bien que desempeña su trabajo, el mérito que tiene todo lo que con su esfuerzo y cerdura (entiéndase como implicación este término…) ha conseguido. Pero a veces ves cómo se acerca tu San Martín, cómo todo el mundo ya está saboreando tus costillas, pero el reconocimiento no llega. Y es que como bien apuntaba Rosa, el reconocimiento en una u otra forma es absolutamente necesario en mi opinión. Jefes justos que fomenten el trabajo en equipo, que fomenten tu capacidades y las incentiven para que puedas continuar desarrollándote como un cerdo nato, que no te cierren la puerta por temor a que “sobresalgas demasiado”… Todo ello, entre otras cosas, resulta esencial en mi opinión. Cuando estas condiciones no se dan, es (como dice Rosa) cuando optas por convertirte en gallina... Pero sólo lo haces durante una temporadita, claro. Porque no nos engañemos, señores: los que somos cerdos por naturaleza, no podemos hacer otra cosa y, tarde o temprano, acabamos volviendo a la pocilga.

    Un besote para mis cerdos favoritos.

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  5. Hola; he tardado en poder leer esta entrada... estaba en "descompresión" de un período en el que me sentí "super-cerdo" y me miraban como "infra-gallina"... ahora vuelvo a mi naturaleza de "porco" que es como "cerdo" pero a mi manera galáica...

    Yo me implico, pero no con la empresa o no principalmente con la empresa sino con los usuarios y, claro, tanto cuando otros miembros del equipo como la propia empresa "gallinean" con los usuarios... me tienen enfrente (siempre desde mi óptica que no soy dios y me equivoco... y mucho).

    En estas empresas del "sector enfermedad" (la salud queda fuera, lejos, desconocida) la implicación es una cuestión que se materializa de múltiples formas... formación continuada, participación en comisiones, actividades externas...

    Lo del reconocimiento ahora sé que la propia administración tiene pocas herramientas en su mano para reconocer a sus profesionales; se requiere ingenio para sortear las políticas de "café aguado para todos" y no "criterios objetivos de personalización de incentivos"...

    En fin... a seguir con mi vida de "porco" y a correr el próximo san martiño.

    Un abrazo.

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