lunes, 7 de mayo de 2012

Cómplices




Este tuit de @enfermerasaturada, quitada la exageración propia del formato y del medio, no deja de decir una verdad cotidiana. El personal de enfermería de las plantas de hospitalización dedica una parte de su jornada laboral a realizar tareas delegadas y el resto en atender las necesidades de los pacientes ingresados.

Y no es infrecuente que cuando estas necesidades están más o menos cubiertas aparezcan, tras una hoja de interconsulta o un dolor abdominal de “chichinabo”, nuevas tareas delegadas que vienen a romper la calma que tanto nos costó conseguir.

En este caso somos aún una profesión con poco margen de maniobra. Aunque nos generen dilemas éticos sobre la pertinencia de esta o aquella técnica y aunque la relación que tengamos con el compañero médico solicitante nos permita exponer nuestras dudas, pegas o incluso nuestra oposición, estas funciones delegadas son habitualmente de obligada cumplimentación. Incluso cuando, conscientemente, sabemos que no van a servir para solucionar el problema que las generó, rara vez generan más perjuicio que beneficio.

Por eso, una parte no valorada de nuestro trabajo consiste en explicarle al paciente hiper-frecuentador e hiper-requiriente que su problema no se arregla con una analítica, con una radiografía o con un TAC.  Aún así, todos hemos hecho algún EKG terapéutico en algún momento.

Sin embargo, en nuestra unidad esta situación se ha hecho extrema. Uno de los internistas está usando las camas que tiene asignadas para ingresar a "sus" pacientes a los que se les realizan toda clase de pruebas complementarias. Y muchos permanecen días y días secuestrados hasta que la cama es necesaria para otro paciente que no va a pasar por urgencias.

Su uso de las camas, de las pruebas complementarias y de la logística del centro no entiende de horarios, de organización, de costes ni de beneficios para el paciente. Usa sus camas como si fueran una prolongación de su consulta privada. 

Y ante esto, la respuesta de sus compañeros no puede dejar de ser corporativista. Siempre buscan alguna justificación aunque les deje tratamientos por ajustar, pacientes inestables por ver o buscas por contestar. Incluso la dirección actúa lánguidamente pese a que su Índice Sintético deCalidad es tan bajo que hace que el de la unidad sea el peor de Andalucía.

Pero el personal de enfermería está harto. Harto de ser cómplice de situaciones que le hacen daño a la profesión. Harto de ser cómplice de situaciones que le hacen daño al sistema. Harto de ser cómplice de situaciones que le hacen daño a los pacientes.

Ya no queremos ser cómplices por más tiempo.


Eminem - Guilty Conscience por UniversalMusicEspana

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1 comentario:

  1. Con lo que más he flipado ha sido con las etiquetas....jejejejej (la situación descrita no es inusual en nuestro amado SSPA)... Y, ¿Cómo decís que se llama este talentoso compañero?.... ;-)

    Lo de demostrar que no soy un robot cada mañana me cuesta más trabajo...

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