lunes, 20 de febrero de 2012

Una brecha por suturar #24h24p


Es innegable que, pese a los esfuerzos realizados  y a las buenas palabras que se dicen desde la política, la brecha digital, aunque se ha reducido, aún existe.

Y aunque el nivel de acceso y uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs)  han aumentado considerablemente, en muchos entornos de trabajo aún conviven nativos, inmigrantes y analfabetos digitales.

Y esta realidad sociológica es aún más patente en los centros hospitalarios donde, muy claramente a nivel de enfermería, coinciden temporal y cotidianamente todas las tipologías de usuarios. Bien por la propia evolución de nuestra profesión, por la forma en la que nos incorporamos con rapidez al mercado laboral (al menos en comparación con otras profesiones sanitarias) o por la enorme variabilidad etaria de los profesionales enfermeros, podemos encontrarnos en un mismo servicio y turno todas las tipologías de usuarios imaginables.

Por este motivo, las organizaciones tendrán que hacer mayores esfuerzos para alfabetizar a sus profesionales. En caso contrario, la distancia entre los analfabetos digitales y los nativos cada vez será mayor, al igual que las dificultades de adaptación de los primeros a las nuevas exigencias digitales (historia clínica electrónica, mHealth, etc.).

Y estos esfuerzos no pueden ser aislados. No pueden consistir en talleres puntuales de aplicaciones novedosas, ni en cursos impuestos por la introducción de una nueva tecnología donde aún no se manejaba con suficiente soltura ni naturalidad la anterior, ni en planes de difusión motivados por la moda dospuntocerica que, a veces, atenaza más que ayuda y que incitan a intentar manejar avezadamente herramientas como Twitter cuando se infrautilizan herramientas básicas como el email o las agendas compartidas.

La única manera de conseguirlo sin grandes desigualdades tecnológicas, que se sumarían a las sociales que facilitan esta brecha digital, es a través de una programación estratégica global en la que se marque claramente qué queremos, para qué lo queremos y cómo lo haremos.

El SSPA ha sido pionero en el desarrollo de otros planes estratégicos como la Estrategia de Bioética, el Plan Andaluz de Cuidados Paliativos o la Estrategia para la Seguridad del Paciente.

También podría serlo con este plan.
Y la enfermería, como colectivo,  tiene mucho que aportar en el desarrollo de esta nueva estrategia digital. Y lo tiene que hacer por dos razones fundamentales.

En primer lugar porque somos, como indican muchos expertos, la profesión más preparada para dar respuesta a los retos a los que se enfrentarán los sistemas sanitarios en un futuro próximo: cronicidad, cuidados en domicilio, autocuidados, etc.

Y en segundo lugar, porque somos, con diferencia, la profesión con más capacidad de adaptación de todas las que pululan por los centros sanitarios. Y debemos aprovechar esta capacidad, a veces entendida como un lastre (chicas para todo) para liderar la revolución tecnológica (y tambiėn cultural)  que, más pronto que tarde, llegará a todos los centros sanitarios.



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sábado, 18 de febrero de 2012

Indi-gestión!




Muchos de los lectores de este blog saben que nos interesa la (buena) gestión,   que hablamos de liderazgo y de actitud y que, por eso, solemos ser muy críticos con situaciones poco comprensibles.


Por eso acudimos a eventos sobre esos temas (como las III Jornadas de Liderazgo Emocional celebradas en la EASP y que tan bien describe esta entrada del amigo Antonio J. Valenzuela). 


Por eso tratamos de formarnos sobre el tema e incluso hacemos grupos para debatir.


Además intentamos estar al día y leemos blogs sanitarios que hablan de gestión y liderazgo que recomendamos abiertamente, en un acto de bondad 2.0, a todos los que nos comentan o consultan. Obviamente son imprescindibles en esta lista SobreviviRRHHé!Salud con CosasLa Enfermería ante el Espejo o Regimen Sanitatis 2.0.


Pero como no podía ser de otro modo, no somos profetas en nuestra tierra. 


Y es que ayer tuvimos una reunión de todo el personal de la UGC de La Jungla convocada por el nuevo gerente del AGSCG como respuesta a un texto presentado por todos los enfermeros, hartos de desorganización y descontrol (...otro día hablaremos de pacientes secuestrados).


En esta reunión el "boss", el que en un acto de infinita democracia y meritocracia fue elegido de entre sus iguales, los médicos, para dirigir a toda una UGC donde hay tres veces más personal de enfermería para guiar nuestros designios en estos "recortados" momentos, nos "tranquilizó" a todos.


Después de un, es de suponer, sesudo análisis de la situación, se dirigió a todos como habiendo encontrado la panacea a nuestros problemas. La solución a todos nuestros males organizativos, lejos de asumir su responsabilidad y conminarnos a reorganizarnos mejor, era la elaboración de protocolos donde quedara claro cuántas veces hay que tomar las constantes y las temperaturas.... 


Pero como no se le pueden pedir peras al olmo, esto no nos escandaliza. Uno de los grandes problemas del trabajo en equipo es que, la mayoría de las veces, más por falta de respeto que de conocimiento, no hay equipo, como muy bien puntualizó una vieja enfermera ahora tuitera.


Lo realmente malo y que nos hierve la sangre, por algo somos y ejercemos de Talibanes Enfermeros, es que mientras el director de la unidad decía estas sabias, meditadas y tranquilizadoras palabras, la subdirectora de Enfermería del hospital, lejos de encenderse y aprovechar para defender el orgullo patrio, ejercía con total normalidad de secretaria personal del gerente, recogiendo sumisa y protocolizadamente notas sobre las intervenciones.


Y ya no digo más... y lo digo tó!


Sólo terminar recomendando un nuevo blog del polifacético Joan Carles March que, gracias a estas situaciones, viene para quedarse: NO ME GUSTA MI JEFE/A.


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martes, 7 de febrero de 2012

Esencia de AZAHAR

En los últimos años, el nivel de exigencia para evaluar el trabajo enfermero ha aumentado mucho, de modo de que ya no solo se recogen criterios biomédicos en el análisis de la actividad asistencial de las unidades sino que también se recogen criterios estrictamente enfermeros.

Muchos de estos indicadores de calidad emanan de los registros enfermeros, una parte muy importante de nuestro trabajo que ha evolucionado enormemente desde aquellos primeros planes de cuidados en papel hasta los registros informatizados actuales.

Mucho ha costado hacer esta transformación, como bien cuenta M. Amezcua en este artículo, pero en algunos sitios la transición se ha hecho tan bien que apenas han quedando registros en formato papel.

Uno de estos sitios es el Hospital Reina Sofía, centro donde, con el esfuerzo de un grupo de profesionales, nació el programa para el Gestión Informatizada de los Cuidados Enfermeros AZAHAR, hoy propiedad de TECNOVA e implantado en muchos centros de Andalucía.

Mucho ha llovido desde la implantación de AZAHAR hasta hoy, pese algún que otro inconveniente y al aumento de las cargas de trabajo, más relacionado esto con la patológica incapacidad enfermera a decir NO a muchas innecesarias tareas protocolizadas y la necesidad de aprender a priorizar. Tanto es así que casi nadie recuerda cómo eran los registros antes, como se puede comprobar en este estudio hecho en el propio Reina Sofía.

Pero lo más llamativo no es lo acontecido en el Reina Sofia, hospital de referencia dentro de la red de centros de Andalucía, sino lo que ha ocurrido en nuestra humilde jungla, una planta de hospitalización de medicina interna, sin cargo intermedio desde hace más de un año y con tres direcciones de enfermería en los últimos cuatro.  Y es que nuestros resultados en AZAHAR son sorprendentemente buenos.

Hasta tal punto hemos interiorizado el registro en nuestra dinámica de trabajo que casi rozamos el 100% en valoraciones iniciales, identificaciones de cuidadores y en informes de continuidad.

Sin llegar al hospital griego donde los trabajadores han tomado el control, nuestra unidad es un ejemplo de colaboración, de trabajo en equipo y de implicación del grupo. Pese a los intentos externos de arrebatarnos el control, nuestra unidad mantiene su esencia

Una muestra más de que lo más importante dentro de un equipo son la actitud y su implicación para con el paciente, centro del sistema con 2.0 o sin él. Esa es la que nos mantiene a flote pese a los despropósitos, desmanes, despilfarros, recortes  y otras situaciones similares.



David Guetta - Gettin' Over You por EMI_Music



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